AMANTES DEL CAMPO

martes, 31 de enero de 2012

ARANDO LA TIERRA

Este domingo estuvimos la familia comiendo en el cortijo. Hizo un día extraordinario, comimos en el porche en camiseta de manga corta. Hemos visto en las noticias que en el resto de España se están congelando.

Dimos un paseo por el huerto, lo primero que nos encontramos son las habas. Nos sorprendió la floración de las mismas, destacaba el blanco de las flores casi más que el verde de las matas. Una vez teniéndolas cerca se podía apreciar la cantidad de fruto que tienen y, lo que más me agradó, es que cuajan desde abajo las primeras flores. Tengo compañeros que, desde hace unos años, llevan teniendo problemas con el cuaje de las habas. Dicen que la primeras flores las echan muy altas, que la matas crecen mucho y que solamente cuajan las últimas. Yo he comprobado que en  nuestra zona debemos sembrar las habas muy claras, a casi un metro de distancia cada golpe, si no es así, cuando matean, se ponen muy espesas, tienden a crecer mucho buscando el sol e impiden la circulación del aire, con lo que suelen caerse las primeras flores. Les di ese consejo para próximos años.

A continuación están sembradas las cebolletas, algunas ya con un diámetro superior al dedo, se van a venir al mismo tiempo que las habas.

Luego están las acelgas, las lechugas, las escarolas, los puerros, los bróculis y las coliflores; por cierto, hay 3 que se han comido los bichos el cogollo, con lo que no crecerán, el resto ya lo tienen grande y no se lo podrán comer.

Finalmente están las coles y los cebollinos tardíos. Al llegar a ese punto la señora me hizo un comentario, con una expresión un tanto rara, de que había demasiada hierba en el resto del bancal, que a ella le gustaba más verlo arado, que parecía que con tanta hierba estaba abandonado.

Volvímos por el bancal de los aguacates y mientras recogíamos unos cuantos quinquat y un par de papayas, no dejaba de pensar en la hierba del bancal de arriba. Me dije que si lo tenía que arar, que cuanto antes, mejor; ya que con las lluvias del viernes pasado la tierra se había quedado perfecta para poder trabajarla.

No lo pensé más, al día siguiente (el lunes) corté con la desbrozadora la hierba más alta, para que luego no se liara en las cuchillas de rotavator y le di una buena pasada, la tierra estaba en su punto, lo dejé todo bien arado y surcado. Hice los surcos anchos por si me podrían hacer falta más tarde para sembrar plantas del huerto. Todo se quedó a gusto del personal, la verdad es que la vista que tiene la tierra recién arada es estupenda.

Por cierto, ya están brotando los pimientos de "Granada".

domingo, 29 de enero de 2012

SEMILLERO DE TOMATES


Esta mañana he sembrado las semillas de tomates en una bandeja de poliespan. He seleccionado una que poseía unos alveolos anchos para que las raíces se desarrollaran convenientemente.



Lo primero que hay que hacer es preparar el mantillo, este ha de ser de buena calidad y debe de estar bien suelto, con lo que los grumos grandes que tenga hemos de deshacerlos. Tengo por costumbre mezclarlo con un poco de perlita para que le ayude a mantener durante más tiempo la humedad.


Sobre cada alveolo se suelen colocar 3 semillas, para asegurar el cultivo. Cuando nazcan se dejarán las más fuertes, el resto se pinzarán, evitando tirar de ellas, ya que podríamos dañar la raíz de la planta seleccionada.


He tenido las semillas durante dos días en remojo. Antes de sembrarlas las he enjuagado bien y les he dado suavemente con una brocha impregnada con oxicloruro de cobre, con lo que la protegeremos de posibles problemas posteriores.


En total he sembrado 56 alveolos de tomate de la variedad "Morados", me han sobrado algunas semillas y las he echado en un macetero. De la variedad "Corazón de toro" he sembrado 24 golpes.

Tengo por costumbre compactar un poco la tierra tras echarle las semillas, cubriendo el pequeño espacio que queda con mantillo. Después de la siembra hay que regar suavemente y se coloca en el invernadero. En pocos días estaremos viendo las primeras matas de tomate.

También he sembrado 16 golpes de picantes "Chiles", los que me han dado de Estados Unidos.



sábado, 28 de enero de 2012

LLUVIAS DESEADAS

No lo podía creer pero cuando hoy he visto el pluviómetro me he quedado gratamente sorprendido, sobre todo, porque los pronósticos no eran muy halagüeños respecto a las lluvias.

Debido a las abundantes lluvias que hemos tenido estos dos años anteriores los acuíferos de la Costa Tropical granadina están totalmente llenos, los pozos poseen un nivel máximo y por ríos y acequias de la comarca circula el agua de forma continuada, no es que sobre, pero que faltar, no falta.

El presente año hidrológico comenzó con buenas perspectivas, lloviendo en octubre y en noviembre (el 22 y 23 de octubre cayeron 11 l/c el 24 y 25 de octubre las lluvias fueron 38 l/m2; el 27 cayeron 17 y el 28 3 litros más; a primeros de noviembre recogimos 88 l/my a mediados cayeron 6 litros y el fin de semana del 20 de noviembre llovió 80 l/ m2), sin embargo, en diciembre no cayó ni una gota de agua, no ha sido hasta el 20 de enero cuando volvió a llover 5 l/m2 más.

Por tanto, desde finales de noviembre hasta finales de enero hemos tenido que estar regando el huerto y los árboles (sobre todo los aguacates Hass que todavía no los hemos recogido).

Ayer recogimos 20 l/ m2, es ya una cantidad apreciable por lo que fueron muy bien recibidas y, como he comentado antes, algo inesperadas. 

En estos días atrás hablando con mi madre sobre el tiempo que llevábamos sin llover, me decía que no perdiera la esperanza, que ya llovería, que "había que tener fe" y de nuevo se le va el pensamiento con su padre (el abuelito Pepe) que siempre decía lo mismo, qué pasión tenían todos por el abuelito Pepe.

Me cuenta que después de las faenas del campo solían venir los peones a la tienda y se sentaban en aquel banco de listones de madera, frente al mostrador y, mientra mi abuelo les servía unos chatos de vino y les cortaba unos trozos de tocino y longaniza, éstos le decían: "Pepico están las sementeras que no van a servir, están fritas, hace falta que llueva y parece que este año va a ser seco". Mi abuelo, con la templanza que le caracterizaba les daba siempre la misma respuesta: "no os preocupéis, ya lloverá, hay que tener fe". El "Charuto" y los demás peones no quedaban muy convencidos y murmuraban algo mientras se terminaban el vaso de vino, alargando de nuevo el brazo. Dice mi madre que había veces que éstos mismos tenían que pedir que no lloviera más porque no podían ir a trabajar.

Cuando llegué al cortijo lo primero que hice fue ir a ver las habas. Estaban estupendas, ya se ven con mayor claridad las vainas (algunas miden ya unos 10 cm.) y he observado satisfactoriamente cómo están cuajando todas las flores de abajo hacia arriba. En algunas matas he contado hasta 6 habas cuajadas. Este año se están adelantando mucho debido a la templanza que hemos tenido en estos meses de diciembre y enero. Ya mismo las estamos catando.

He decidido que voy a reservar la fila que pega a los mangos grandes para realizar la selección de las semillas para el año que viene. De entre todas las matas elegiré las mejores y solamente escogeré las vainas de las primeras flores. Habrá que dejarlas en la mata hasta que se sequen y luego las guardaremos para que sirvan de simiente para el año que viene. Son muchos amigos los que quieren participar en el proyecto de recuperación de semillas y que quieren que les vaya guardando simiente para el próximo año, así que tendré que reservar bastantes plantas para tener para todo el mundo.

El resto del huerto ha agradecido también las benditas lluvias y todo está con un aspecto inmejorable. Las lechugas 1ªs están sabrosísimas y van quedando ya pocas. Los brócolis están ya como puños de grandes; en fin, todo está perfecto.

Pero había que hacer algo y la mañana se nos iba. Lo primero que he hecho ha sido un pequeño invernadero junto al horno, con la intención de colocar las almácigas de semillas que estoy preparando para el huerto de primavera verano. Aislé el suelo y preparé una estructura que sujetara el plástico y en un rato ya estaba terminado.

Por otro lado, he echado en agua semillas de tomates "Morados" y de "Corazón de toro" que me ha conseguido mi amigo Jorge, de Granada. También he echado en remojo semillas de "Chile" procedentes de Dallas (EEUU) que nos ha traído Manolo el del bar de enfrente de los juzgados de Motril (estuvo esta Navidad allí viendo a su hijo).

Finalmente cambié la lámpara de la habitación de la chimenea, quité la balanza y la coloqué en la habitación contigua, debajo de la horca y de la pala de aventar. La lámpara me dio un poco la lata porque no funcionaba, hasta que me di cuenta de que unos cables se habían desconectado e impedían la continuidad de la corriente. 

lunes, 23 de enero de 2012

SEMBRANDO PATATAS

El domingo por la mañana fui temprano al cortijo para arar la tierra donde iba a sembrar las patatas.


Las patatas quieren que la tierra esté húmeda cuando se plantan, con jugo, como decimos por aquí (me comenta el amigo Antonio Hernández que en algunas zonas de Canarias siembran las patatas en seco y que con la humedad ambiental es suficiente para que nazcan, aunque una vez nacidas sí que se les da un buen riego). Los surcos donde van sembradas han de ser anchos y las patatas sembradas a menos de una una cuarta de distancia (en Motril se dice algo así como "alvier" -no lo entiendo muy bien-).

Por nuestra zona llevamos bastante tiempo sin que llueva con lo que tuve que regar la tierra a conciencia estos días atrás; ya digo, para que tuviera humedad en el momento de su siembra.


También es conveniente que se corte la patata un par de días antes de su siembra, para que se sequen un poco los cortes y evitemos pudredumbres posteriores, si la tierra estuviera muy húmeda. Desde el viernes que regué y las corté y hasta el domingo y lunes que las he sembrado hay un espacio de tiempo suficiente para que las patatas y la tierra están en prefecto estado.

Dividí la tierra arada en tres partes, en tres canteros, dejando el derecho y mitad del central para las patatas y el resto lo he reservado para los tomates, pimientos y berenjenas, que comenzaré a sembrar el mes que viene seguramente, ya para el huerto de primavera-verano.

En el cantero de la derecha y en su parte superior he sembrado los 3 kg. de la variedad "Oceanía" (procedente de Francia), que es una patata muy buen para freír, aunque también está muy buena para cocer. Es una variedad resistente al mildium con lo que espero que se den bien por esta época.

A continuación he sembrado la variedad "Ojo de perdiz" (variedad CARA consta en su etiqueta y procede de Reino Unido), que me ha ocupado el resto del cantero y la mitad  del central. Hoy lunes he terminado de sembrarlas todas y me ha quedado la satisfacción de haber realizado un buen trabajo. Espero que los resultados acompañen a la ilusión con la que las hemos sembrado.

Cuando leo la procedencia de las patatas de siembra me indigno; ¡es que no vamos a tener en España mejores patatas para tener que estar dependiendo siempre del exterior! Si hasta creo que las criamos aquí y nos las venden ellos. Otra cosa que tenemos que arreglar.

He echado también un plantero de pimientos procedentes de Vélez Málaga. No me han sabido decir el nombre de la variedad, nosotros (hasta que lo sepamos) los llamaremos "Pimientos de Vélez".

sábado, 21 de enero de 2012

RECOGIENDO ESPONJAS

Los "guayabos de limón" estaban pendientes de podarlos. El fruto que he tenido este año ha sido abundante, pero no estoy muy contento con la calidad del mismo.

Cada vez que cogía alguna guayaba, más me convencía de que a la hora de podarlos debía dejarle pocas ramas para que echara menos frutos pero de mayor calidad.

Con esa intención, esta mañana, cogí las tijeras y el serrucho y he dejado la planta clarica de ramas y recortada, para tener acceso al fruto sin que usemos ningún mecanismo.

Como los guayabos están a continuación de los aguacates y las esponjas están enredadas en las ramas de los mismos, observé que la piel de las esponjas ya estaban por algunos lados tomando un color parduzco, con lo que todas aquellas que tenía a mano las he recogido. Quedan  más en las partes altas de los aguacates, que ya las cogeré más adelante.

Ahora lo que hay que hacer con éstas es secarlas al sol, pero al cobijo del relente nocturno, hasta que se sequen del todo y adquieran un tono marrón.

ORÉGANO: 2ª COSECHA

A principios del otoño corté la 2ª cosecha del orégano que tengo junto a las guindillas. Ya estaba seco, de sobra, pero no había tenido ocasión de guardarlo hasta ahora.

Normalmente el orégano que compras en los herbolarios o tiendas especializadas en aromáticas suelen mezclar las hojas de la planta junto con la flor, para que sea más rentable. Nosotros solamente utilizamos la flor, que es mucho más aromática y con una fragancia mucho más pura.

No hay que decir que, al igual que los demás productos que obtenemos en el cortijo, obtenemos el orégano de manera ecológica.

Reutilizo los frascos de las especias que me guardan para rellenarlos de orégano y repartirlo entre los compañeros, vecinos y amigos. Para mí siempre es un placer dar, disfruto más que recibiendo.

 También he puesto a secar las guindillas de la 2ª cosecha.


jueves, 19 de enero de 2012

EVOLUCIÓN DEL HUERTO

En estos últimos días no se dónde acudir, entre unas cosas y otras se me está acumulando el trabajo y, sobre todo, no tengo mucho tiempo para escribir en el blog.

El sábado día 14 de enero eché un semillero de pimientos verdes, de los que me dio el amigo Paco El Comeuvas, calculo que para marzo los estaré sembrando en la tierra.

Podé, ese mismo día, la planta de guindillas, estaba cargada de fruto (2ª cosecha) y algunos compañeros del trabajo ya me han pedido unas pocas.

Por su parte, los pronósticos que anunciaban lluvias para principios de semana se cumplieron y el lunes 16 llovió por nuestra comarca. Lo hizo de forma débil, aunque estuvo cayendo todo el día una lluvia muy fina. En total recogimos en el Cortijo 5 litros, algo es algo, aunque hace falta que llueva mucho más.
Siguiendo el refrán que dice que "Agua del cielo, no quita riego" pues hice lo propio y le di un buen refrescón a todo el huerto.

El amigo Antonio me dio un manojo de cebollino de cebollas babosas. Yo las sembré a continuación de las coles (poco a poco vamos aumentando el huerto, voy a llegar al final del bancal).

Las lechugas ya las estamos consumiendo. Tienen un sabor extraordinario, se nota que están criadas con mucho amor y cuidado. Las cebolletas primeras van que vuelan, se les ve ya el tallo gordito y el resto de brócolis, coliflores, coles, acelgas, etc., llevan una evolución muy buena.


Pero ahora, el cambio más espectacular ha sido el que han experimentado las habas. Están algo disparejas (por zonas), pero todas tienen flores. Los abejorros y las abejas pululan por su flores fecundándolas (señal de ambiente sano y limpio). Ya se van viendo también los primeros "pitos".

Otro detalle del Amigo Antonio Hernández ha sido el regalarme un saco de patatas de semilla de la variedad "Ojo de perdiz", procedente de Guadix, para él se trajo otro. Y hablando de  papas, no me puedo descuidar, prepararé la tierra este fin de semana y las sembraré la semana que viene, espero tener suerte con ellas esta vez.


domingo, 15 de enero de 2012

RECUPERAR SEMILLAS

Leyendo el artículo "Semillas de esperanza" de Beatriz Calvo Villoria, publicado en la revista Agenda Viva (¡qué descubrimiento!) que me envió por correo nuestro amigo Javier de Madrid y perteneciente a la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, nos presenta un futuro nada halagüeño para los que nos gusta y queremos cultivar productos de la tierra.


No hace tantos años que iba a La Caleta de Salobreña, a que Antonio, para comprarle las plantas de pimientos, tomates y berenjenas, que él criaba en unas eras que echaba detrás de su casa. Al igual que yo, eran muchos los labradores que acudían en busca de sus plantas.



En Alumuñécar también conocía a "abuelillos" que todos los años echaban sus semilleros de tomates y pimientos. Tengo especial recuerdo de Antonio Alonso, el del horno de Torrecuevas; Paco, el marido de Encarna Jerónimo; Paco, el Marido de Carmela y mi gran amigo Antonio Jerónimo, el marido de Gertrudis. Todos ellos guardaban celosamente, como si de un tesoro se tratase, las semillas seleccionadas de sus plantas para sembrar al año siguiente.


Todas las variedades eran locales y estaban adaptadas perfectamente al terreno y a la época. Por ejemplo, para el inverno, en las laderas soleadas de la costa, se sembraban tomates Reales y Negritos, que aunque tenían formas irregulares y de aspecto poco vistoso (para el mercado), poseían un sabor extraordinario.


Sabían que para que la planta no degenerara debían de coger los frutos de la primera flor en el tomate y los tronqueros (los de la cruz) en los pimientos y dentro de éstos escogían los que estaban en mejores condiciones, el resto no servía para simiente, degeneraba más rápido. También sabían que cambiando la tierra la degeneración era mínima; es decir, los agricultores de Almuñécar sembraban tomates y pimientos del interior (y viceversa) y luego les proporcionaban semillas a ellos dos o tres años más tarde, de esta manera se revitalizaba la variedad.


Cuando empezaron los semilleros a producir plantas híbridas, con su cepellón de tierra y raíces, comenzó también la desaparición de las especies autóctonas. Solamente teníamos que pedir la cantidad que deseábamos de planta y nos ahorrábamos ese meticuloso trabajo de secar los frutos, extraer las semillas, guardarlas y sembrarlas al año siguiente para, de nuevo, comenzar otro ciclo.

Ya quedan pocos agricultores que guarden de un año para otro semillas de las variedades locales, de las de toda la vida. Esa generación se nos está yendo y los que quedamos no tenemos tiempo para tales menesteres e hipotecamos la herencia de nuestros hijos.


Ahora es mucho más cómodo ir al semillero o a la tienda que los distribuye y comprar tomates resistentes a tal enfermedad o pimientos tolerantes con no se qué virus. Y, como no tienen bastante, nos imponen las variedades, se adapten éstas bien o no a nuestro terreno, porque yo veo las mismas en la Costa granadina, que en El Padul o que en Granada capital que está en el interior.


Estas nuevas variedades no están adaptadas a todas las zonas de  cultivo (y yo pienso que vienen ya genéticamente preparadas para que se les tenga que aplicar tratamientos con fungicidas e insecticidas químicos) y la generalización de estas variedades estárndares por todas partes, está causando un grave perjuicio y un deterioro evidente en la agricultura local.

Yo ya he comenzado y, desde hace unos días, me he propuesto remover las despensas de los campesinos de Almuñécar y de otras zonas (ya he hecho más de una llamada de teléfono en tal sentido). Que busquen en los cajones y estantes las semillas de las plantas que habían guardado hace tiempo y que ya no las sembraban: de calabazas, de maíz, de chícharos, de habichuelas, de cebollas, por supuesto de tomates y pimientos, de picantes, de coles, de todo. Animarles a que vuelvan a echar semilleros y que conserven lo local, lo auténtico, haciéndoles ver que sus productos son mejores que lo que nos traen de fuera.


En España (como en otras muchas partes también podrían ser) tenemos una gran diversidad de climas y dentro de éstos poseemos multitud de localismos climáticos, que han permitido el desarrollo de muchas variedades de productos agrícolas adaptados a unas u otras zonas.


No podemos renunciar a esa riqueza que hemos ido acumulando a lo largo de tantas generaciones y echarlo todo por la borda buscando la comodidad y sucumbiendo ante el poder de las  multinacionales que controlan las semillas. No hemos de caer en el engaño de que la agricultura tradicional está anticuada o que no es rentable. ¿Quién mira lo que cuesta un tomate recién cogido de la mata y criado por uno mismo? No tiene precio. Por tanto, nosotros no tenemos que centrarnos en la rentabilidad económica de un producto, de eso que se preocupen las grandes superficies que siembran para la exportación. Nosotros, en nuestras tierras, debemos buscar otras cosas que nos aporten más satisfacciones: esencias, aromas, sabores, aspectos que nos hagan sentirnos bien con lo que hacemos y que nos reporten, sobre todo, salud. Si lo que viene es para mejor hay que aceptarlo como positivo, pero si lo que persiguen va en contra de nuestra naturaleza y de nuestros principios, tenemos que oponernos, no tenemos que entrar todos por el embudo.


Hay que revelarse, que recuperar la agricultura local con los productos locales, los de siempre, los que han formado parte de nuestras vidas, porque nos estamos jugando mucho en ello.

Ya tengo semillas de una variedad local de pimientos que se cultivaban en esta zona. Me los ha proporcionado mi vecino Paco El Comeuvas. No se acordaba del nombre (en cuanto lo recuerde me lo dirá). Yo, al verlos, pensaba que eran picantes, gildas (como le llaman en La Rioja), pero me dijo que no, que eran unos pimientos finos, extraordinarios para freír y que al secarse se quedaban muy finos. Se ha quedado en el encargo de hablar con gente del pueblo y comentarle lo de las semillas.

Tengo también semillas de maíz rojo (de comer y rosetero) y amarillo, de calabazas del terreno y me van a buscar semillas de una variedad que eran muy largas y macizas, todo carne, sin hueco por dentro.

Por mi parte quiero lanzar desde esta plataforma, un llamamiento a todas aquellas personas, sean del lugar que sean, para que colaboren en la recuperación de las semillas antiguas para usarlas en cultivos a nivel local. Que llegue este mensaje a todos nuestros contactos.

Se me ha ocurrido que el vínculo de comunicación podría ser el correo del blog Diario de un Campesino, así que nos comunicamos a través del correo: cortijoalmunecar@gmail.com

viernes, 13 de enero de 2012

SIEMBRA DE CHIRIMOYOS.


A la hora de sembrar un árbol, sea el que sea, si tiene su cepellón de tierra bien enraizado, se pueden sembrar en cualquier época del año, aunque la más conveniente es hacerlo en la estación previa a la brotación de la planta.



Pero si el árbol a trasplantar hay que arrancarlo de la tierra, se debe de hacer cuando dicho árbol está parado. Si lo hacemos con movimiento de savia la planta sufre un parón, una especie de Schock, y termina secándose.


Antes de sacar la planta de la tierra se le debe hacer una poda, dejando solamente las ramas o yemas que que luego nos servirán para la formación futura del árbol. Si las ramas que se cortan son gruesas deben sellarse. Cuando la arranquemos de la tierra también tenemos que sellar las raíces más gruesas, con ello evitaremos futuras enfermedades.


Pues bien, en el bancal de los aguacates, junto al Nº 3, tenía dos plantones de chirimoyos que los tenía destinados a reponer dos fallos que había en sendos lugares de la finca.


Pues nada, me puse manos a la obra y en un rato he colocado las dos plantas en su sitio. El primer chirimoyo se ha sembrado en el tercer bancal de chirimoyos que hay por debajo del cortijo y, el otro, en el bancal que hay por debajo de la acequia.

Habrá que esperar al año que viene para injertarlos en la variedad que deseemos, que probablemente sea "Fino de Jete".

martes, 10 de enero de 2012

MELOCOTONEROS EN LA COSTA TROPICAL

Esta mañana he pasado por Sliplant, el almacén de semillas y plantas, para comprar unas escarolas que aún no había sembrado y no he podido resistir la tentación de comprar un par de melocotoneros.

Llevaba mucho tiempo con la idea en la mente de comprar un par de melocotoneros para el Cortijo, pero no me atrevía a llevarla a cabo debido a los problemas de mosca que tenemos en nuestra zona (Almuñécar). Aunque este año tras leer la experiencia que tiene nuestro amigo VIÑALARGA con los melocotoneros me he animado a comprarlos.

Las variedades que he comprado son la "Baby Gold" y la "Andros", con pie de San Julián (ya investigaré). Los he comprado de raíz viva, que me gusta más que los que venden en bolsas o macetas, ya que las raíces de éstos se suelen enrollar sobres sí mismas y de esta manera la raíz se desarrolla desde primera hora en todas las direcciones.

Preguntaré al amigo Mateo si tengo que podarlos ahora o esperarme un poco, pienso que debería de cortarles las ramitas innecesarias e ir dándole forma desde primera hora.

Para tenerlos cerca los he sembrado en el 2º bancal, en medio de las habas, separados entres sí 8 m.

Ya de camino que compraba los melocotoneros he comprado también un cerezo de la costa, el de la variedad 4.70, que se adapta bien a estos climas templados. El resto de variedades no se dan en zonas costeras. El pie del cerezo es Santa Lucía (también investigaré si son susceptibles de producir gomosis).

Finalmente compré 30 escarolas y las he intercalado entre las acelgas y los brócolís. El huerto está al completo.

Y, como no, he caído en la tentación de las patatas y he comprado un saquillo de 3 Kg. de la variedad "Oceanía", por cierto carísimas, a 3'5 € el kilo, pero  las patatas son mi debilidad y...

Por último he tenido tiempo de cambiar la lámpara del salón de la entrada. Al "cuñao" Antonio le gustará verla.


lunes, 9 de enero de 2012

PODA DE FRUTALES


Existen dos periodos adecuados para podar las plantas: tras la recogida la fruta y cuando la planta se para coincidiendo con el invierno.



La primera poda, que también se puede retardar hasta cuando las plantas tienen todavía savia en movimiento, tiene la ventaja de que precisamente esta circulación de la savia posibilita una mejor cicatrización de los cortes y por consiguiente la prevención contra futuras enfermedades.



La otra poda se suele realizar cuando ya la planta está parada. Ésta ha sido la forma tradicional de poda por parte de los agricultores.


Yo suelo realizar la poda de la mayoría de los árboles frutales durante el mes de enero. Siempre, siguiendo la tradición, suelo hacerla en la menguante de enero (sobre todo en las parras), aunque soy de los que opinan que la luna no determina la buena o mala cosecha ni influye decisivamente en la productividad de las plantas, como digo simplemente lo hago en estas fechas por seguir la tradición que han seguido nuestros padres y abuelos.

Y como no había tiempo que perder cogí las herramientas y me puse a podar los ciruelos, la higuera, los caquis, el granado y a uno de los perales le quité solamente una rama central y el resto ni lo toqué.

Como norma general se deben de quitar los chupones salvo que se quieran utilizar para renovar ramas o que sirvan para la formación de la planta. A los ciruelos y al granado les suelo hacer una poda muy agresiva, al igual que a los caquis, se debe de hacer una poda severa dejando el árbol como un paraguas invertido, pero con pocas varillas. De esa manera los frutos serán de un calibre y calidad extras.

Para los próximos días me quedan los guayabos de limón, las parras y los nísperos (con su respectivo aclarado de fruta).

Tengo también en mente sembrar las patatas en el tercer bancal, a continuación de los aguacates, aunque habrá que esperar si se confirman las lluvias para mediados de la semana que viene.

A la vuelta de vacaciones el huerto estaba fenomenal. Las habas están todas en flor, con un aspecto formidable, sanas y muy altas; las lechugas primeras están pidiendo formar parte de una buena ensalada, aliñadas convenientemente con el oro líquido del primo Víctor; las cebolletas y los puerros ya se distinguen en los surcos y las acelgas, el apio, los brócolis, las coliflores y apios llevan muy buen camino.

Por cierto, cogí un manojo de espárragos y nos los hemos comido de aperitivo hoy a la plancha. Qué o podría decir: estaban impresionantes.