AMANTES DEL CAMPO

domingo, 29 de julio de 2012

PROTEGIENDO LOS RACIMOS DE UVAS

Las parras del camino hacia el gallinero han cumplido ya su segundo año y medio y algunas de ellas han comenzado a dar fruto.

El año pasado, al ser parras tan jóvenes, la cosecha fue mínima, yo diría que simbólica, ya que solamente hubo dos racimos en las montúas, un par de ellos también en las rojas italianas y otros tantos en las moscateles del talud del 2º bancal. Lo malo de todo esto es que no probé ninguna uva en condiciones.


Cuando los granos iban alcanzando su madurez llegaba siempre el pajarraco antes que yo y se las comía, hasta que lo dejaban "pelao"

Este año la cosecha va a ser un poco mejor, con lo que he decidido tapar los racimos de uvas del alcance de los pájaros e intentar probarlas.

Nuestro amigo VIÑALARGA, experto en estas y otras muchas labores agrícolas, aconseja que las envolvamos en papel de periódico, lo atemos con un poco de rafia o con grapas y evitaremos que las piquen los pájaros y que después se los coman éstos o las avispas.


Pues realizando esta labor estaba cuando me vio el vecino Juan José y se interesó por mi faena. Tras comentarle lo que estaba haciendo me contó que la viña que él tenía tuvo que arrancarla y su hijo la ha sembrado después de mangos.

Comentaba Juan José que le habían aconsejado colocar un buen espantapájaros para ahuyentar a los mirlos y gorriones. Hizo uno que hasta a él le daba miedo, pero que no tuvo resultados, los pájaros entraban en picado y ni se inmutaban del monstruo "desarropao".


Más tarde le volvieron a decir que colocara discos de CDs por toda la viña, que era muy eficaz. Ocurrió como el caso anterior, los pájaros se lanzaban hacia las uvas y se las comían sin que nada las espantara. Para colmo dice que las pocas que quedaban en las cepas se las comían también algunos pájaros de tres patas, con lo que se aburrió y abandonó definitivamente la viña.

Al despedirse me dijo que le tenía que contar si nuestra técnica era eficaz. ¡Esperemos que de resultado!.


Otra cosa; he sacado las semillas de los zapallitos de tronco para secarlas y reservarlas para el año que viene. Han salido muchísimas. Los zapallitos por dentro son muy parecidos a las calabazas totanas, Silvio se ha llevado los dos ejemplares para que su "mama" haga un buen puchero.

La sandía que me dio Mateo ya la he recogido. Ha pesado más de 5 kg. y estaba en su punto, allí mismo no hemos comido una buena "calá" y nos la hemos repartido Silvio y yo. Guardaremos sus semillas porque realmente está muy sabrosa.

lunes, 16 de julio de 2012

BERENJENAS DE INVIERNO

Allá por el mes de febrero el amigo Paco de Ronda me mandó unas semillas de berenjenas que se pueden sembrar al aire libre en nuestra comarca de la costa durante las épocas más frías. Nuestros inviernos, a pesar de ser templados, son extremadamente selectivos con determinados tipos de cultivos (estoy refiriéndome a cultivos en el exterior), es el caso de pimientos y berenjenas que no se pueden cultivar a no ser que sea en invernaderos.

Yo lo voy a intentar este año y, para que el sufrimiento que tengan que pasar sea el menor posible, las he sembrado orientados hacia el Sur, al principio del segundo bancal.

Tras recibir las semillas eché una erilla y las sembré entre los pimientos choriceros y los del padrón y del piquillo. Han sido muy lentas tanto en brotar como en crecer en la tierra, pero ya se veía que eran de muy buena casta. Las matas tienen unas hojas verde claras y el fruto tiene tonalidades verdes, blancas y algunas moradillas, las vamos a llamar Berenjenas de Paco de Ronda.

Echan muchísimas flores, son resistentes y también he comprobado que soportan bien la escasez de agua.

Ya hay mucho fruto cuajado y las berenjenas tronqueras de las tres plantas más desarrolladas las dejaré para selección de semillas. 

Como me sobraron plantas de aquellas, las he mantenido en el semillero para sembrarlas más tarde. Quedaban 10 y esta tarde, cuando ya la tierra estaba más fría, las he sembrado. Con el calor que hace en esta época, por lo menos la primera semana, habrá que regarlas un par de veces a día para que no sufren mucho estrés y agarren bien.

Por otra parte, los mangos que injerté en junio ya han brotado. Es importante comprobar la ventaja de hacerlo tan temprano y con yemas despuntadas. Las creencia que existía de que el mango había que injertarlo en agosto es totalmente falsa. El injerto hay que hacerlo cuanto antes; claro, en cuanto haya yemas adecuadas.

jueves, 12 de julio de 2012

TOMATES DE INVIERNO


En la Costa Tropical de Granada es posible criar tomates al aire libre durante el invierno.


Existe una variedad local, que sembrada en zonas bien orientadas hacia el Sur, soporta perfectamente las temperaturas de nuestros inviernos, que por otro lado no son nada frías (la media del mes más frío suele estar por encima de los 12º C) y que tienen pocas exigencias de agua, si el año es medianamente lluvioso no hay que regarlos. Son los aquí llamados "tomates negritos", muy apreciados tanto por su sabor como por su aroma.

Es curioso pero esta variedad de tomates se comporta mejor con temperaturas suaves que cuando hace mucho calor. Yo los tengo sembrados en el Cortijo en el huerto de verano y su matas no son espectaculares ni abarcan una superficie amplia, no adquieren gran desarrollo.


Los lugareños, para el invierno, los suelen sembrar junto a los taludes de los bancales, orientándolos hacia la pendiente sin necesidad de encañar, con la ventaja de que la lluvia resbala por la ladera evitando que se encharque la tierra y se pudra el fruto. Hay quien les coloca ramas secas debajo para que los tomates no tengan contacto con el suelo.


Esta variedad de tomates suelen sembrarse a partir de la segunda quincena de agosto, cuando las temperaturas refrescan un poco y las tardes empiezan a ser más cortas, con lo que las semillas hay que echarlas a mediados de julio para que estén listas a tiempo.


Ayer eché en agua, para que se vayan hidratando 35 semillas y hoy por la mañana las he sembrado en una jardinera. Como eran muy pocas semillas las he colocado bien separadas, para que tenga su espacio las raíces, luego se cubre con un poquito de mantillo y finalmente se riegan abundantemente. Hasta que salgan y estén bien desarrolladas las plantitas no les puede faltar el agua, luego se la iremos restringiendo poco a poco.


Ya se sabe que las plantas se han ido adaptando a su tierra y a su clima correspondiente, de ahí la cantidad de variedades que hay dentro de cada especie. Los tomates gordos abarquillaos son del interior de la Península y solamente se dan en verano. Yo los he sembrado este año en el Cortijo (en la primavera y en la costa) y de las 8 variedades que he tenido han sido los que mejor resultado me han dado. Y es por ello que me he animado y, por experimentar, he echado otra jardinera de semillas de tomates abarquillaos para sembrarlos también el mes que viene y ver como se comportan durante el invierno.


El amigo y maestro en horticultura Ángel Alaminos me ha recomendado que eche las eras de semillas a primeros de agosto, que con el calor que tenemos se crían las plantas en dos días y luego se siembran a finales de agosto o primeros de septiembre. Pues bien, a primeros de agosto echaré más semillas, para que no nos falten tomates el próximo invierno. Él también me ha dado unos cuantos consejos en cuanto a lunas, a menguantes y a crecientes, yo no suelo llevarlo en cuenta, pero ya contaré en otro post su teorías sobre las fases de la luna.


Que bonita está la Vega de Río Verde con los chirimoyos brotando, por donde mires es un espectáculo de luz y color.



martes, 10 de julio de 2012

CEBOLLAS ROJAS DEL TERRENO Y MÁS

De las 4 variedades de cebollas que he sembrado en el huerto ésta es la más peculiar, son las cebollas moradas de Almuñécar.
La planta me la ha proporcionó mi vecina Elvira Tere, vaya mujer interesante (que se entienda en el sentido de lo que sabe del campo).

Cuando me las dio me comentó que estas cebollas eran las mismas que sembraba su padre  y su abuelo. Que ella siempre las había visto  sembrar, y que de sabor eran las mejores que había. Me decía, Javier, cuando te comas un plato de puchero acompáñalo con estas cebollas, son dulces y sabrosas, ya verás.

De las 20 plantas que me dio, una se me ha perdido, he separado las 3 mejores para obtener sus semillas en la próxima campaña y el resto las he dejado para el consumo, las primeras van a caer mañana mismo con un potaje de lentejas, que también combinan bien.

Por otro lado, he sacado las semillas de dos zapallitos de tronco que se estaban ailando. Para que queden libres de hongos las lavo bien con jabón y las froto con esponja vegetal. Cuando ya están limpias mezclo agua con un poco de azufre y la restriego con las semillas. Las dejo que se sequen a la sombra y las guardaré para el año que viene. Ante el éxito obtenido, la próxima primavera, sembraremos muchas plantas de zapallitos.

El amigo Silvio sigue levantando el muro de 2º bancal, ya ha llegado al primer mango. ¡Qué hombre! Es como las hormiguitas, todos los días un poco y cuando menos te lo esperas lo tiene terminado.

El día de la despedida de fin de curso, mi compañera María José apareció con un esqueje de Ginkgo Biloba, lo había arrancado unos días antes de los árboles que han sembrado en la Gran Vía de Granada. Venía todavía con las hojas verdes y tersas. Cuando llegué al Cortijo le preparé su tiesto con buena tierra y le he tenido húmedo desde entonces.

Hace unos 25 años me habló por primera vez de este árbol mi amigo Manolo, el de Castellar de Santiago (en Ciudad Real), de cuando estuvo de agente forestal. Me decía que era uno de los árboles más interesante que existían, que cada uno de ellos tenía un espíritu especial y un comportamiento diferente, que eran enormemente sensibles y que su fortaleza y presencia había sorprendido a todo el que había entrado en contacto con él. Recuerdo que me dijo que son como espíritus reencarnados que encierran miles de generaciones en su interior.

Jamás podría pensar en tener uno, ni siquiera sabía si esos árboles se vendían en los viveros. Un día que le llevé de mis guindillas a esta compañera María José, me comentó que dando un paseo con su hijo por esta calle de Granada, le pegó un tirón a una rama, se la guardó en el bolso y hoy día tiene una planta extraordinaria, que le agarró enseguida.

Inmediatamente le hice el encargo y el día 28 de junio apareció con mi plantita metida en una botella de agua.

Todos los días la he estado observando y al principio parecía que se mantenía imperturbable, paro en los últimos días he notado que sus hojas se están empezando a secar y que está perdiendo la vida. Me resisto a perderla, más aún, cuando veo que sus yemas todavía están fuertes y con vida. Espero que responda a tanto cariño y lo pueda sembrar en el lugar que ya le tenía asignado en encima del Cortijo.
Los mangos, por su parte, aunque han tirado un poco de fruta (y todavía tienen que tirar más) están primorosos, pienso que la cosecha va a ser superior a la del año pasado.

miércoles, 4 de julio de 2012

EVOLUCIÓN DEL HUERTO A PRIMEROS DE JULIO


Empezaré por los tomates, que es lo que más quebraderos de cabeza me han dado este año. Ya sabía yo que tal y como está la cosa criar tomates hoy día al aire libre es una aventura un tanto arriesgada.


Intentando buscar una solución a la caída de la flor del tomate vino a verme el amigo y vecino Jorge Gómez. Aunque si presentaban síntomas de algunas enfermedades, la verdad que no supimos averiguar la causa ni el origen que provocaba la caída de las flores. Si que me dio algunos consejos respecto a que los tomates de pera y los más carnosos necesitaban de riegos más frecuentes pero, por lo menos a mí, me faltó tiempo para hablar de tantas cosas como tenía pensado comentarle. En otra ocasión con más tranquilidad hablaremos largo y tendido.



Pues sí, lo tomates no se han dado todo lo bien que yo esperaba. Los de Corazón de toro han sido los más afectados, son pocos los que han cuajado, a pesar de ser los que más riegos han recibido. Los "Maraos" le siguen a la zaga y también han cuajado relativamente pocos. Son los "Abarquillaos" y los de "Pera" los que mejor comportamiento han tenido, algunos tiene forma de pimiento, son finos y terminados en punta. Las Tomatas riojanas y los rojos tampoco poseen frutos abundantes y los "Negritos" sí que han cuajado un poco más, aunque tampoco todas las flores.


Los pimientos de Granada han sido, y lo siguen siendo, muy prolijos, lo que ocurre es que al ser tan finos no cunde cogerlos, pero tienen un sabor extraordinario fritos y acompañados de buen vino.


Los pimientos que mejor se están comportando son los del terreno, los que me dio Elvira Tere. Tienen un tamaño mediano, pero son carnosos y aptos tanto para freír como para asar.

El resto de pimientos: del piquillo, del padrón, choriceros, guindillas riojanas, chiles, de asar y tardíos del terreno unos ya están dando los primeros frutos y el resto está en camino, para dentro de un par de semanas montaré un puesto en el mercadillo y a vender pimientos.


Las berenjenas negras y rayadas están en su máximo de producción, todos los días cojo una bolsa. Por su parte las que me dio Paco de Ronda están cargadas de flores y ya mismo empezarán a dar.

Las cebollas ya están recogidas y el maíz sigue creciendo. Lo que si hay es hierba, me he descuidado y se está comiendo las plantas, mañana comenzaré a escardar poco a poco y dejar el huerto un poco decente.


He comenzado ha recoger el azafrán, tiene muy buen aspecto, aunque carece de aroma. Lo he puesto a secar en la sombra y esperaremos a ver como se comporta.


Las ciruelas negras tempranas ya se han terminado, las peras están engordando y los mangos están para reventar de fruto, aunque todavía tienen que tirar.


El mango que injerté el 14 de junio ya está brotando y tiene algunos tallos largos.


He anillado las gallinas de abril con una brida negra en la pata izquierda.



IN MEMORIAM

Hay momentos en los que no se tienen palabras para expresar lo que se siente.

Nuestro amigo Gregorio, de Castañares de Rioja, ha muerto por una insuficiencia coronaria.

Desde lo más profundo de mi corazón quiero expresar el dolor tan grande que siento por la pérdida de un hombre tan generoso, tan entrañable y tan amigo de todo el mundo.

Le debo muchos de sus conocimientos, y muchas de las plantas que hoy tengo sembradas en el Cortijo han sido recogidas por sus manos, las mantendré vivas para siempre.

Por cada espacio del huerto que voy me viene a la memoria, sus consejos, sus trucos, sus palabras. Hoy he recogido una bolsa de las habichuelas verdes que me mandó. Todo me recuerda a él. Descansa en paz amigo Gregorio, nunca te olvidaré.

martes, 3 de julio de 2012

RECOGIENDO CEBOLLAS

En el año 1990 hice un viaje a Italia con la Asociación de Antiguos Redentoristas de Granada. Al margen de lo extraordinario del viaje y de la frescura de conocimientos que tenía tras acabar la Licenciatura de Historia, que por cierto me nombraron guía oficial de la expedición, conocí a Antonio Cebrián, un funcionario de la Seguridad Social, que tenía como afición el cultivo del huerto.

Yo por aquella época era lo que se podría llamar "un chico de ciudad", y todavía no tenía ninguna de las inclinaciones hacia la agricultura que hoy tengo y de las que ya no podría prescindir. Al campo iba de excursión, de senderismo, que lo practicaba con mucha frecuencia, tanto con los amigos como con mis alumnos de San Agustín. Me he recorrido todas las sierras de la provincia de Granada, algunas de Almería, Jaen, Málaga, Huelva, La Rioja, etc. y en varias ocasiones he hecho la Integral de Sierra Nevada. El objeto de mis salidas al campo era simplemente el de disfrutar, de aprovechar las enormes satisfacciones que  me ofrecía el contacto directo con la Naturaleza. Respecto a las salidas que hacía con mis alumnos adolescentes perseguía el inculcarles ese amor que sentía por todo la sano, por la natural, por lo puro. Después de tantos años y, cuando me veo con mis antiguos alumnos para recordar viejos tiempos, todavía me dicen: Don Javier, por qué no nos llevas de excursión durante algún fin de semana del verano. Yo, al verlos ya con niños bien crecidos, les digo que ya estoy viejo para esos trotes. Algún día puede que los reúna a todos y me los lleve de verdad al campo, cuantas cosas me gustaría enseñarles, pero ya de la vida real.

Recuerdo que el amigo Antonio (antes nombrado) cultivaba patatas en su pueblo, en Dúrcal y cuando comencé a meterme en este mundo de la horticultura, al cabo de los años, fui a hablar con él para que me hablara del campo, de los cultivos, de las labores agrícolas. Hablamos en varias ocasiones sobre patatas, tomates, cebollas, pepinos, etc. pero el consejo que me dio se me quedó grabado y he seguido practicándolo hasta la actualidad, fue que hablara con los agricultores de cada zona para aprender y no equivocarme, que la sabiduría que tenían acumulada a lo largo de toda su vida, era la mejor de las enseñanzas. Si quieres saber, me decía, como se cultivan las patatas en Almuñécar, habla con los agricultores de Almuñécar, ellos conocen el clima de la zona y cómo trabajar la tierra en ese lugar.
Pues bien, siguiendo su consejo, siempre donde voy, hablo con la gente del campo y les pregunto por todo lo que se me ocurre, por qué lo hacen de tal o cual manera, incluso por las cosas más intrascendentes. Y aquí es donde yo quería llegar. Hablando con mi vecina Elvira sobre la buena cosecha de cebollas que había tenido, me explicó como las conservaban ellos.
Me decía que si el tallo estaba aún verde, que ayudados de una cuerda los trenzaban y luego las colgaban igual que los ajos, pero si el tallo ya estaba seco del todo (como es el caso de mis cebollas) las recogían, las metían en una caja, las tapaban con hojas de plataneras y después las colgaban a la sombra en la rama de un aguacate, que se conservaban perfectamente hasta que necesitáramos usarlas.

Esa ha sido mi labor esta tarde, he recogido 2 cajas de cebollas, una de las babosas de Carches y otra de las de Motril, y las he colgado, como hace mi vecina Elvira Tere, en la rama de un aguacate.