AMANTES DEL CAMPO

lunes, 30 de diciembre de 2013

JARDÍN DE AROMÁTICAS

Ya llevaba tiempo con las ganas de hacerme un jardincillo donde sembrar plantas aromáticas. Cada día más me estoy aficionando a dichas plantas tanto en infusiones o como un ingrediente más en ensaladas y comidas.

Pues bien, en cuanto le trasladé la idea al amigo Silvio, se puso manos a la obra y, como siempre, como una hormiguita, poco a poco, lo ha hecho en un volón.

A continuación de la higuera del segundo bancal y hasta los primeros mangos fue el lugar elegido. Comenzamos haciendo un pequeño cimiento donde iría la estructura, y "al ataquer" como diría Chiquito de la Calzada.

Construyó un encofrado y en la base colocamos unos bloques. Mas tarde iba situando las piedras del terreno de tal manera que la cara más plana quedaría más tarde a la vista. Finalmente remató la parte superior del murillo con cantos rodados que cogí de la playa de Velilla.

Ha quedado un jardincillo de algo más de 1 metro de anchura, unos 70 cm de altura y unos 5 metros de largo.

La tierra que echaré en dicho jardín será en su mayor parte de la planta de compostaje de Motril y la enriqueceré con mi estiércol de gallina y con unos cuantos sacos de estiércol de oveja.

Tengo pensado sembrar aromáticas de tallo duro, arbustivas como tomillo, romero, té de burro, lavanda y orégano. Por otro lado sembraré las típicas de tallo verde como  perejil, albahaca, hierba buena y menta. Instalaré también el sistema de riego automático y a disfrutar de las matas.

sábado, 23 de noviembre de 2013

CEBOLLAS ESCALONAS

Durante la temporada de otoño, es normal que por estas tierras del Sur de España, se siembren entre otras plantas el cebollino.

En las segunda quincena del mes de agosto se echan las eras de cebollas con las semillas de la campaña anterior y para el mes de octubre se suelen sembrar ya en tierra.

Para el mes de febrero o marzo ya se empiezan a recolectar las primeras plantas en forma de cebolletas, frescas y jugosas, que acompañan pucheros, potajes, guisos y tortillas. A mi es como más me gusta consumirlas.

Pero claro, al sembrar mucha cantidad, para cuando llega el verano, estas cebolletas ya se han hecho hermosas y exquisitas cebollas, que se consumen o guardan según vaya encartando.

Yo, este año, solo he sembrado cebollino de la una variedad autóctona de Almuñécar. Son unas cebollas de cuando alcanzan su plena maduración adquieren una tonalidad morada muy característica. No son tan dulces como las babosas ni tan fuertes como otras variedades, tienen un sabor muy particular.

Pero también por esta época se suelen sembrar muchas de las cebollas de la campaña anterior que no te va a dar tiempo a consumir. A ese tipo de cebollas se les llama por aquí "cebollas escalonas".

Algunas de estas cebollas se suelen dejar para semillas de la siguiente campaña, ya sabemos que el ciclo de la cebolla es bianual y para obtener semillas fértiles hay que esperar al segundo año. Pero la mayoría de las que se siembran como escalonas se consumen como cebolletas.
 
Estas cebollas escalonas suele almacenarse, manteniendo durante meses sus propiedades antes de ser consumidas, aunque con el tiempo empiezan a echar tallos nuevos y perder poco a poco el volumen del bulbo.

Pero si se siembran por octubre o noviembre, inmediatamente reaccionan al contacto con la tierra y comienzan a desarrollar raíces y tallos nuevos que le salen de la parte superior.

Estos tallos crecen rápidamente, desgajándose la cebolla madre en múltiples bulbos pequeños convirtiéndose en nuevas cebolletas frescas y jugosas. Para finales de diciembre y enero ya se pueden consumir y vienen a cubrir el hueco que existe hasta que el otro cebollino sembrado a primeros de otoño comience a dar sus primeros frutos.

Por otras zonas de España a estas cebolletas obtenidas de las escalonas se les llama calsost. Son muy apreciadas y las suelen consumir asadas. Yo las he probado, desde luego y, como tengo esa boca que Dios me dio, pues me gustan de cualquier manera, aunque lo más habitual es hacerlo como cebolletas, acompañando las comidas.

Cambiando totalmente de tema, algunos seguidores me han llamado la atención diciéndome que no renuevo el blog, que estoy muy parado y, sin que sirva de escusa, la verdad, es precisamente todo lo contrario, que por estar con tantos frentes abiertos he dejado un poco abandonado mi Diario de un Campesino.

Recuerdo los primeros post que colgaba en el blog, no daba abasto; había días que hasta colocaba tres entradas. Y ahora, por el contrario, cada vez tardo más en escribir, y no es por no tener temas que tratar, siempre hay algo nuevo o diferente, es simplemente por falta de tiempo.

Si comentaré que este año con Joaquín estoy observando que los chirimoyos están  mejor que nunca, tanto en calidad como en cantidad de frutos. El otro día vi un ejemplar extraordinario y no me pude resistir a la tentación de cogerlo, pesaba más de 1'5 kg.

Por otro lado, he sembrado un par de plantas de stevia. Recolecté sus hojas milagrosas y espero que sobreviva al invierno de nuestra tierra.

También he comenzado a recoger la cosecha de calabazas; por ciento, una mata de calabazas ha echado más de 40 ejemplares como los que vemos en la foto, alcanzando algunos de sus tallos más de 20 m de longitud. Tengo sembradas de muchas variedades, otro día colocaré más fotos.

domingo, 29 de septiembre de 2013

COSECHA DE MANGOS 2013

La primavera pasada fue muy lluviosa y fría, este hecho ha provocado una cosecha escasa y, en consecuencia, unos precios elevados para aquellos que sí han podido salvar un poco la campaña. Si a esto le añadimos el daño que hizo la granizada que cayó en Almuñécar el 29 de agosto pues no existen demasiados motivos para estar satisfecho.

Yo este ha sido el primero que les había dejado fruta a los mangos. No soy partidario de cargar una planta cuando no tiene la fuerza y el porte para poder criar todos los frutos.

Los mangos de tres años y los de dos que tienen un gran desarrollo son los que les he dejado fruto. Estas plantas ya tienen 6 y 5 años respectivamente y poseen unos troncos y un desarrollo considerable (dentro de lo que puede desarrollar un mango por nuestras latitudes).

Las plantas de 4 años y las de 5 que no estaban bien desarrolladas les quité la fruta que cuajaron para que hagan madera y cojan fuerza.

La calidad de los mangos que he tenido ha sido extraordinaria. La variedad Osteen es muy vistosa y agradecida, y los bancales donde están sembrados mis plantas poseen unas características óptimas que los hacen desarrollarse extraordinariamente, sanos y fuertes.

El precio, como antes comentaba, ha sido bueno, a mi me los han pagado a 1'85 el kilo (y tienden a subir), con lo que si miramos a nuestro alrededor, viendo lo que le ha pasado a la gente, pues hemos de estar muy satisfechos.

SEMILLERO PARA EL OTOÑO 2013

Los agricultores del lugar comentan que desde el Día de la Virgen (15 de agosto) se pueden echar las eras de la mayoría de las plantas del otoño y el invierno.

Yo he llegado a un punto que solamente siembro lo que de verdad se aprovecha en la casa. Cuando comenzaba con mis primeros huertos sembraba todo lo que hubiera de temporada y me ocurría que muchos de los productos terminaban en la basura y luego, cuando metí las gallinas, iban directamente al gallinero, como forraje.

Ya no, en los últimos años me limito a mi cebollino, las patatas, las habas, el brócoli y la coliflor, los tomates negritos y las lechugas. Este año no voy a sembrar puerros porque la mayoría de ellos se los piqué a las gallinas.

En una bandeja de poliespán blanco eché las semillas de mi propio brócoli, de aquellas que me mandó el amigo Paco de la Huerta de los Robles y que a su vez le dieron los alumnos de la Ciudad de los Muchachos de Madrid. Como tengo exceso de semillas echo de 3 a 5 en cada alvéolo, aunque habría que decir que prácticamente brotan todas, con lo que con un par de ellas en cada espacio sería suficiente. Luego solamente se dejará una plantita por alvéolo.

En un macetero grande eché el cebollino y en otro mediano los tomates negritos. Las patatas las sembré en agosto y para sembrar las habas estoy esperando que caiga un buen golpe de agua y que la tierra tenga suficiente humedad. Esta madrugada pasada he recogido 4 litros en el Cortijo y ya van en este nuevo ciclo de lluvias un total de 34 tras la granizada que cayó el 29 de agosto y, que por cierto, destruyó toda la cosecha de chirimoyos de la vega de Almuñécar.

El amigo Joaquín ha quitado las cañas del embovedado de la acequia Almansa que pasa por la hoya del Cortijo, porque se estaban comiendo ya una fila de chirimoyos. Ahora solamente habrá que estar pendiente para que no vuelvan a crecer otra vez.

Trasplanté 6 papayas a maceteros más grandes para que se desarrollen bien y pequen el estirón antes de que se nos meta
el frío.

sábado, 28 de septiembre de 2013

HOJAS DE CHIRIMOYO. CURANCIÓN DEL CÁNCER

Estos temas son muy delicados y no soy partidario de hablar de ellos, por la posible publicidad engañosa que se pudiera dar y sobre todo por no crear falsas espectativas a nadie.

El amigo Richard está convencido de que las mayoría de las enfermedades que hoy día afectan a la humanidad se curarían con el uso de las plantas adecuadas. En varias conversaciones me había dicho que la hoja del chirimoyo curaba el cáncer y que él la usaba diariamente.

Comentaba Richard que la hoja del chirimoyo hay que cogerla a mediados de agosto, secarla a la sombra y después, con un molinillo de café, triturarla hasta convertirla en polvo. Nos decía que en la ensalada diaria que consumían en la casa le añadía una cucharadita de café de este polvo de hoja de chirimoyo, como si se tratara de cualquier otro aliño.

Insistió bastante en que lo hiciera, que mal no nos iba a hacer y que con una toma continuada notaríamos una mejora en el estado general del cuerpo.

Como he mencionado al principio no daría mayor importancia a tal hecho si no fuera porque ayer 27 de septiembre se celebraron las II Jornadas de la Ciencia a nivel europeo en varios países. Nosotros fuimos con nuestros alumnos de Bachillerato y participamos en numerosos talleres que tenían preparados.

Yo y mi amigo Javier Sánchez nos fuimos al taller de biomédica con Don Antonio (lamento no recordar el apellido) profesor investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada.

Habló de células madre, de medicamentos inteligentes, de enfermedades más habituales y por donde irán los futuros remedios naturales o químicos. El amigo Javier le interrogó sobre las posibilidades que tenía la Costa granadina en estos avances. Le respondió diciendo que existen muchísimos productos que se ha demostrado que previenen y curan el cáncer y concretamente mencionó a la fruta chirimoya y la hoja del chirimoyo.

Ese comentario se me quedó grabado, tanto por quién los decía como por ya haberlo escuchado ya antes por el amigo Richard. Ahí queda eso.

Bueno pues yo, para congraciar un poco al amigo Richard recogí bastantes hojas de chirimoyo el día 15 de agosto, las sequé a la sombra, las trituré con un molinillo de café y llené un bote entero.

miércoles, 21 de agosto de 2013

COMENTARIO GENERAL DE AGOSTO DE 2013

Los días pasan, los trabajos de suceden y el blog, ¡ay, el blog! lo tengo cada vez más abandonado.

La huerta se ha comportado mejor que el año pasado. He podido disfrutar de tomates, que llevaba algunos años sin poder hacerlo, aunque los de corazón de toro han sido poco productivos, por el contrario los tomates moraos han sido extraordinarios obteniendo ejemplares de más de 1 kg. Los pimientos también han sido de muy buena calidad; sembré de dos variedades: choriceros y de asar, y aún siguen produciendo en cantidad.

Lo último que he hecho estos días es ha sido preparar la tierra y sembrar las patatas de invierno. Las patatillas más menudas que van quedado de la cosecha anterior por estas fecha comienzan a brotarse (nosotros no echamos ningún producto que retrase el surgimiento de los tallos), entonces para aprovecharlas y obtener patatas supertempranas, para diciembre más o menos, pues sembramos la patatas brotadas y luego obtenemos unos frutos fuera de campaña que son recibidos con mucho deseo.

Pero lo que si he observado este año es que mis frutales han experimentado un gran desarrollo, sobre todo los mangos.

Por primera vez les he dejado fruto a los mangos injertados hace tres y dos años, aunque ya eran plantas de 5-6 años y, a pesar de la primavera tan extraña que hemos tenido, han cuajado muy bien, tardíos pero compensados, y pienso obtener una buena cosecha (lo de los precios será otra cosa).

En estos días lo que estoy haciendo es pinzando los brotes nuevos para que se sigan abriendo y creando ramas nuevas y este viernes 23 de agosto tengo intención de injertar 6 plantas, que ya están preparadas, de la variedad Keitt, que son tardíos, de muy buen calibre, resistentes a la mosca y de aspecto magnífico.

Como no tenía bastante, he estado haciendo también algunas reformas en el interior del Cortijo que me han ocupado mucho tiempo, me han gastado muchas energías y también más presupuesto del que en un principio pensaba; y sobre todo, a costa de mi olvidado huerto.

También he echado en los goteos de los chirimollos semillas de calabazas, melones y sandías, son muchos los golpes y cuando estén grandes las matas cubrirán todo el suelo de los bancales, veremos a ver la que hemos liado.

He disfrutado también con la visita de varios amigos del blog, en primer lugar fue Paco de Ronda, acompañado de su esposa Charo, el que me honró con su presencia en nuestro Cortijo. Más tarde, ya en agosto, fue Juan Álvarez quien, acompañado de su hijo Juan Luis, vino también a conocer los pormenores del cuidado del mango, del aguacate y del chirimoyo.

Con ambas visitas intercambiamos plantas, semillas y, sobre todo, experiencias y conocimientos. Yo aprendí más que ellos y he recibido más de lo que he dado (al ámbito espiritual me refiero). Hemos quedado emplazados para próximas visitas cuando el tiempo y las circunstancias lo permitan, por mi parte estaré encantado.


jueves, 27 de junio de 2013

ZAPALLITOS DE TRONCO. CALABAZAS PARA EL VERANO

No es que estemos repartiendo malas notas aunque sea tiempo de ello, se trata de buscar el producto estrella del verano y, sin duda, este ha sido el zapallito de tronco.

Fue mi amigo Silvio el que tras visitar a su nieto Benicio por los tucumanes argentinos quien me trajo las semillas de tan extraordinaria calabacita.

Los zapallitos de tronco no son tan rastreros como el resto de las curcubitáceas sino que apenas superan el medio metro en su crecimiento, pero en su apretado desarrollo producen multitud de frutos pegados al tronco, de ahí su nombre.

De aquellas pocas semillas venidas del hemisferio Sur produjimos extraordinarios zapallitos, del tamaño de un pelota de balonmano aplastada, aptos para obtener multitud de semillas que nos han servido para sembrar la cosecha del presente año.

El tamaño ideal para consumirlo debe ser similar al de una bola de billar, es cuando se aprecia su sabor en su estado más puro.

Y consumirse, pues igual que los calabacines o las berenjenas: puede ser frito, a la plancha, relleno y al horno, en pisto, etc. Lo que si se aprecia es un sabor muy sutil, suave, un tanto dulzón, pero que te deja un cuerpo extraordinario (claro, hay que combinarlo con una buena cervecita o un vinito blanco o rosado bien fresquito).

Su cultivo es sumamente sencillo. Una vez surcado el terreno, sobre un lateral se abre un pequeño hoyo (también puede ser en plano) y en el fondo le echo un "puñao" de estiércol, añado una capa encima de mantillo y sobre ésta deposito tres semillas de zapallito (suelen brotar todas, pero como tengo muchas prefiero asegurarme para no tener que reponer). Por estas fechas como la tierra está muy seca suelo llenar el hoyo con agua para crear humedad en el fondo.

Cubro posteriormente las semillas con otro poquito de mantillo y las riego. Durante la semana siguiente he de mantener siempre la tierra húmeda y, junto con las calores que parece que no terminan de llegar, en una semana están naciendo la plantitas.

Es una planta que ocupa una gran superficie, con lo que yo la siembro en un marco de plantación superior al metro.

Cuando tienen 4-5 hojas suelo dejar la planta más fuerte y vigorosa, el resto las corto con la tijera o las pinzo con la mano, pero nunca se ha de tirar de ella para evitar dañar las raíces de la planta definitiva.

Su desarrollo es espectacular, las ves crecer todos los días y en un
mes ya están produciendo. A los frutos le ocurre exactamente igual que a las plantas, un día los ves como canicas y al día siguiente tienes ya que recolectarlos.

En nuestro clima tan húmedo suele padecer oidio (ceniza), pero responde muy bien al cobre con lo que no suele dar demasiados problemas.